Antes de irme a dormir revisé el parte meteorológico y la condiciones para la sesión de mañana en mi playa preferida eran perfectas. Ligero viento sur, mar de fondo con un periodo grande y además era un día entre semana, así que esperaba que no hubiese mucha gente en el agua.
Casi sin darme cuenta ya tenía puesto mi 4/3 y me dirigía corriendo hacía la orilla donde las olas iban elevándose poco a poco hasta romper mucho más tarde creando por momentos algún pequeño tubo. No me lo podía creer, por fin, después de unos meses con el mar revuelto, roto y gris, habían llegado las primeras series perfectas... y yo estaba allí para cabalgarlas.
Comencé a remar hacia el pico, ayudado por la corriente que sacaba la masa de agua de la orilla hacia sus bordes y en 5 minutos estaba perfectamente situado. Habían transcurrido unos minutos de calma cuando noté como en el horizonte se dibujaba una línea más alta que las demás, así que por instinto giré mi pincho y de manera muy suave empecé a remar hacia la playa. La línea se iba acercando más y más hasta que el mar comenzó a elevarme mientras mis remadas se iban haciendo cada vez más enérgicas. Elevé el tronco, coloqué mis pies en el centro de la tabla y me deslicé en la ola suavemente, tal y como hace una madre cuando mece a un niño en su regazo. Después de un segundos de éxtasis, de manera muy sutil aquella ola me dejó en la misma orilla desde la que había salido, despidiéndose hasta el próximo abrazo.
Surf Y Estrés
Surf, asociamos esta palabra a momentos de libertad y disfrute como el que te acabo de narrar, pero cualquier surfista te puede decir que no siempre es así. Tras haberte caído de una gran ola, te encuentras a su merced durante varios segundos mientras te zarandea como si fueses un palo y lo último en lo que piensas es en lo idílico que es surfear. Son esos momentos en los que tu corazón bombea con fuerza, pierdes el control y la orientación de tu cuerpo, cuando pierdes la noción del tiempo y lo único que deseas es alcanzar la superficie. Cuando estás dentro de esa “lavadora” lo que se activa es tu modo de supervivencia y eso puedes entrenarlo.
En situaciones de estrés agudo, tu cuerpo activa una serie de mecanismos que nos han ayudado a sobrevivir como especie durante miles de años. Estamos en el siglo XXI pero en momentos críticos tu cerebro sigue actuando igual que cuando vivíamos en las cavernas: quiere sobrevivir. A través de las glándulas adrenales, el hipocampo libera adrenalina en tu sangre, que a su vez aumenta la presión cardíaca, liberando glucosa o neutralizando el sistema inmunológico para reducir el consumo de energía. Como podrás intuir éstas no son las condiciones idóneas para retener tu aliento bajo el agua por mucho tiempo, por lo que tu prioridad en estos casos es recuperar el control y salir "airoso del problema" en el que te encuentras.
Entrenamiento
La mayor parte de los entrenamientos de apnea para surf que he visto suelen ser en escenarios de este tipo: chic@ en la piscina andando con una pesa bajo el agua o el mismo ejemplo pero en la playa con una gran roca en las manos. No digo que éste no pueda ser un entreno que te pueda ayudar, pero desde luego, no es el principal eje sobre el que deben girar tus mejoras. Asociamos la apnea con tiempos bajo el agua de minutos o el descender a grandes profundidades, por lo que si hablamos de permanecer bajo el agua unos segundos cuando estamos surfeando, no solemos ver la necesidad de invertir nuestro tiempo en aprender las técnicas de apnea. Nada más lejos de la realidad...
Lo primero que tienes que entender es qué es lo que le sucede a tu cuerpo cuando esta reteniendo el aire bajo el agua y para eso, debes conocer la fisiología de la apnea. Por supuesto que no será lo mismo realizar una apnea en una piscina, en un estado óptimo de relajación, que aguantar el poco aire que te ha quedado tras caerte de una ola de dos o tres metros, pero la base es la misma: tu cuerpo está trabajando en apnea bajo el agua.
No hay "atajos"
No hay píldoras, ni pociones mágicas, ni "truquitos" que hagan que pases de aguantar un minuto a estar 4 minutos bajo el agua. Cualquiera que te diga que en dos días pasarás de sufrir bajo el agua cada vez que te caes de la tabla, a disfrutar de ese momento siento decírtelo, pero te está engañando. Para llegar a ese estado en el que puedas tener bajo control tu cuerpo hace falta trabajo, mucho trabajo o lo que es lo mismo debes entrenar sí o sí, tanto la parte física como mental.
Una vez que hayas realizado un curso de apnea específico para surfistas deberás mantener y mejorar los conocimientos adquiridos durante el mismo y únicamente lo conseguirás a base de entrenamiento.
Como instructor puedo enseñarte en una semana las técnicas básicas del boxeo, pero si no entrenas para el día del combate te aseguro que en el ring no lo vas a pasar muy bien.
Del 8 al 10 de Junio estaré en Francia impartiendo un Stage muy especial de Apnea para Surfistas, va a ser épico, si quieres echarle un vistazo aquí tienes el enlace.
Te deseo un muy feliz fin de semana, a ser posible en el Azul.
Comentarios [ 2 ]
Pablo, a las 19:12
No hay atajos...
Me quedo con esa reflexión.
Mila esker Mario!!
vivirsinaire.es, a las 15:50
La apnea es un deporte de fondo. Debemos intentar no quemar etapas y afrontar nuestra mejora con humildad y respeto hacia nosotros mismos. Esta filosofía, en un futuro, será la diferencia entre abandonar esta actividad pronto o que nos acompañe toda la vida...
Comentarios [ 2 ]
Me quedo con esa reflexión.
Mila esker Mario!!
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